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El Granada comenzó muy metido en el partido, con un dominio mayoritario del juego y apretando mucho al Celta, que aguantaba los embites del equipo rival, buscando tener una contra o una buena acción a balón parado para buscar el gol. Brahimi puso el peligro nazarí con su habilidad y velocidad. Pero esta superioridad no les sirvió a los rojiblancos para marcar antes que el rival, y lo acabaron pagando.
En
el minuto 27, tras sacar un córner en corto Rafinha se inventó una
gran jugada por banda izquierda yéndose del propio Brahimi y
sirviendo en bandeja en el segundo palo el gol de cabeza a Cabral que
puso el 0-1 con un buen remate en plancha ante el cual Roberto poco
pudo hacer. El Granada no dejó que el gol afectase a su juego y
siguieron apretand, consiguiendo su racompensa en el minuto 40, con
un Fran Rico que lanzó un córner rematado magistralmente por
El-Arabi (que ya había tenido una ocasión clara) haciendo así
empate en el marcador.
En
la segunda parte el guión del partido apenas varió, en el minuto 51
un posible penalti del goleador celeste Cabral a El-Arabi, que es
golpeado dentro del área en un choque del todo inocente por parte
del celeste, pero Mateu Lahoz no entendió que la acción mereciera
la pena máxima.
Los
celestes parecían conformarse con el empate, mientras que los
rojiblancos intentaban lograr un gol para obtener la victoria, pero
no supieron aprovechar las oportunidades de las que dispuso para
ello. Y como suele pasar en el fútbol, si perdonas la pagas, y claro
el Celta marcó el 1-2 a falta de dos minutos para el 90, obteniendo
así una victoria un tanto inmerecida pero en un partido luchado.
Tras un mal rechace de Roberto, Augusto envió el balón al fondo de
las redes, provocando el delirio de la afición celeste. Así el
Celta logró su segunda victoria consecutiva, y su cuarta victoria en
Andalucía donde continúa imbatido.